Tendremos éxito cuando los líderes de la ciudad escuchen. Ustedes hablaron dos veces el año pasado sobre la Propuesta de ley 1. Yo los escuché. Ambas veces. Como su sirviente electo, no le regañé ni sugiriera que no era educado. Tiene razón al estar molesto con los que lo hicieron.

Ustedes no compraron un rescate del concejo disfrazado de medida de seguridad pública. Reconocieron que el gasto derrochador es la mayor amenaza para la seguridad pública y la estabilidad fiscal. El presupuesto de crisis nos ha costado 25 años de oportunidades perdidas y un crecimiento económico estancado. 

Usted me eligió para ayudar a poner fin a este ciclo de tambaleas entre la prosperidad y la insolvencia, pero se llevará al menos cuatro votos en el concejo para hacerlo. Su voto es crucial. Podemos cambiar de rumbo este año si elijan a personas que se basan en razonamientos sólidos en lugar de caprichos. Humildemente le pido su voto y para un liderazgo que respete tanto su voz como su inteligencia.